Fin de semana en el Matarraña
En el primer post del blog os voy a contar la maravillosa experiencia que es pasar un fin de semana en el Matarraña, una de las zonas mas bonitas de Teruel. El Matarraña es una comarca del Bajo Aragón situada entre las provincias de Tarragona, Castellón y Teruel.
Al tratarse realmente de dos días, es recomendable llevarlo todo bastante planificado, ya sean las excursiones o los lugares para comer y cenar.
Personalmente, encuentro esta escapada bastante completa si te gusta la aventura, la naturaleza, la historia y la gastronomía. Es una zona ideal para un finde romántico, de amigos o familiar, se adapta a todas las edades y planes.
Espero conseguir transmitirte todo lo que me gustó a mí esta zona de Teruel. ¡Bienvenidos al Matarraña!
- Tirolina de Fuentespalda
- Ráfales
- Beceite
- Ruta del Parrizal
- Salt de Pontellada
- Calaceite
- Ruinas del Despoblado Ibérico de San Antonio
- Valderrobres
- La Fresneda
DÍA 1: VIERNES
Nuestro primer día en el Matarraña empezó en cuanto acabamos de trabajar a las 2 de la tarde el viernes y comimos algo, ya que al vivir de Barcelona, estamos bastante cerquita de la zona. Como es normal el viernes en un fin de semana es el día menos aprovechado y teníamos tantas cosas para ver en nuestra lista del fin de semana en el Matarraña, que decidimos empezar por tirarnos por la Tirolina de Fuentespalda esa misma tarde para romper el hielo.
Como su nombre indica está tirolina se encuentra en la localidad de Fuentespalda. Es una de las tirolinas más larga de Europa y está adaptada para discapacitados físicos. Consta de 2km de largo cruzando el pueblo de lado a lado y se llegan a alcanzar los 120 km/h. La duración total del vuelo es de 1 minuto y 30 segundos. Lo especial de esta tirolina es que vas totalmente tumbado y eso hace la experiencia mucho más emocionante.
Si decidís ir por la zona es una experiencia super recomendable, una sensación de volar total (os lo dice una persona bastante miedosa para todas estas cosas). Además, nos os quitará más de 1 hora de vuestro tiempo entre que llegáis y os vais. Nosotros llegamos a las 18 y media y a las 7 y media ya estábamos de camino al hotel.
Para reservar lo puedes hacer fácilmente a través de su web, Tirolina de Fuentespalda. Si hubiese cambio de planes por inclemencias meteorológicas ellos mismos se ponen en contacto contigo para darte una solución con tiempo de antelación. A nosotros nos pasó, se retrasó la actividad por culpa de una tormenta repentina. Todo está controlado.
DÍA 2: SÁBADO
Aquí viene el día fuerte de nuestra escapada de fin de semana por el Matarraña.
Empezamos el día realizando la Ruta del Parrizal, una de las más famosas de la zona concretamente en la localidad de Beceite. La ruta consta de 6 Km ida y vuelta, con una duración de 2 a 2.5 horas. La dificultad del camino es fácil. En las partes donde sería muy complicada la travesía por culpa del río, han construido unas pasarelas que lo evitan. Es una travesía muy amena en la que puedes disfrutar plenamente del paisaje que, la verdad, es una maravilla.
En la época COVID, había que reservar slot de tiempo para hacer la visita. Actualmente, ya no es así, pero recomendamos realizar la visita en horas de poca afluencia (primera/última hora), ya que las pasarelas son muy estrechas y no caben dos personas a la vez. El horario es de 9 de la mañana a 17 de la tarde y el acceso vale 5 euros (actualizado Enero 2023).
Toda esta información la encontrareis en la web de Turismo de Beceite. Está todo tan perfectamente explicado que no dan margen para dudas. Además en esta web encontraréis también información de todas las actividades que se pueden hacer en la zona.
Durante la excursión encontramos pinturas rupestres de la Fenellassa, una ruta botánica, alguna cascadita y zonas de pozas de agua totalmente turquesa. La guinda del pastel se encuentra al final de la ruta, le llaman Les Estrech del Parrizal. Una vez llegas al final de la ruta donde hay una poza muy grande, hay una indicación hacia Les Estrech del Parrizal que te hace desviarte por un caminito que tras andar 15′ más se llega al lugar. Se trata de un cañón de 60 m de alto, 1.5 m de ancho y 200 m de largo. Este tramo es transitable únicamente en la época estival, periodo en el cual está seco y nos permite atravesar el estrecho.
Después de hacer la ruta y comer en la plaza del ayuntamiento de Beceite un buen bocadillo de longaniza de la zona y unas bravas, decidimos ir a darnos un baño a la famosa cascada llamada el Salt de la Pontellada. Nuestra sorpresa fue que literalmente caían gotitas en la cascada…ya nos lo avisaron en nuestro hotel, pero no pensamos que fuera tan exagerado. Nota mental: hacer siempre caso a los consejos de la gente de la zona.
Dado que nuestros planes se torcieron un poco y teníamos toda la tarde por delante, decidimos visitar Calaceite, ya que era el pueblo más alejado de nuestro hotel y así nos asegurábamos su visita. Calaceite es como la segunda capital de la zona después de Valderrobles. En ella vive un alto porcentaje de la población del Matarraña.
El patrimonio de Calaceite puede calificarse en dos grandes grupos, arquitectónico y arqueológico. Pasear por las calles de este pueblo es una maravilla. Arquitectónicamente encuentras infinidad de puntos de interés, desde la impresionante Iglesia de la Asunción, la plaza de España característica por sus imponentes arcos en los porches y las calles del casco urbano que te transportan a siglos pasados.
Arqueológicamente hay diversas ruinas que se pueden visitar en la zona. Nosotros nos decidimos por el Poblado Ibérico de San Antonio. Se encuentra situado en lo alto de cerro a unos 20′ caminando desde el pueblo. También se puede acceder a él en coche. Este poblado se data del siglo III a.c cuando tuvo su máximo apogeo. Si lo visitas podrás hacerte una idea de cómo era ese pequeño poblado, aun se mantiene la puerta de entrada y las divisiones de las casas. Además, las vistas desde lo alto son muy bonitas.
DÍA 3: DOMINGO
Este tercer día de nuestro fin de semana en el Matarraña, lo reservamos para la joya de la corona, Valderrobres.
Valderrobles es la capital administrativa de la comarca del Matarraña. Posee un patrimonio arquitectónico impresionante, de ahí que figure en la lista de la asociación de los Pueblos Más Bonitos de España.
La verdad que no nos habíamos informado mucho sobre las actividades turísticas, íbamos un poco sobre la marcha en cuanto a visitar los pueblos. Y eso fue un error, porque nos perdimos alguna cosa interesante por no estar informados de los horarios.
Nada mas cruzar la puerta de entrada a la zona antigua se encuentra la plaza principal, pues en ella está la oficina de turismo. Es una oficina muy cuca que parece una tienda de recuerdos y comida típica si no te fijas bien. Fuera tienen unas pizarras donde informan de todas las actividades guiadas que hay para hacer en el pueblo y por la zona.
Nosotros llegamos a Valderrobres sobre las once y veinte de la mañana y justo a las 12 había una visita guiada. Se trata de una visita por las calles del pueblo y los exteriores de los monumentos importantes. El guía te explica la historia del pueblo a lo largo de años y te va explicando curiosidades de la zona. Sinceramente me encantó. Soy fan de los free tours, me parecen la mejor manera de empezar un viaje. Si no conoces la historia de lo que vas a visitar te pierdes muchas cosas. La visita guiada duró una hora y media y costaba 5 euros por persona. A destacar que a parte de la simpatía del guía, al final de la visita nos agasajaron con una copa de vino, queso y embutido de la zona. La mejor manera de terminar una caminata.
Se nos hizo la hora de comer y decidimos ir en busca de un restaurante. En la plaza de la ciudad antigua hay dos bares donde seguro puedes comer algo. Pero nosotros decidimos cruzar el puente y comer en uno de los dos restaurante que hay con las mejores vistas del pueblo. Comida tipo platos combinados y hamburguesas, bueno, bonito y barato.
Lo ideal hubiera sido tener más tiempo para visitar el Castillo de Valderrobles por dentro. La entrada libre cuesta 6€ o también tenéis la opción de hacer visita guiada por el castillo con los mismos de la oficina de turismo.
Realmente os recomiendo que reservéis casi un día entero para este pueblo y que podáis hacer ambas cosas. Además, es un lugar en el que hay que perderse por sus calles, porque es realmente una maravilla. No podrás dejar de hacer fotos a cada rincón.
Ya sólo nos quedaba la tarde y solo nos quedaba un pueblo en la lista que tachar de nuestro fin de semana en el Matarraña, La Fresneda. Esta villa fue declara en 1823 como Conjunto Histórico-Artístico. Lo primero que vimos al llegar al pueblo fue el impresionante edificio del Ayuntamiento del 1576 que fue declarado por el Gobierno de Aragón Bien de Interés Cultural.
Justo en el lateral se encuentra la Oficina de Turismo. Por desgracia los domingos cierra a las 2 de la tarde y por no habernos informado con antelación nos perdimos el poder hacer la visita guiada de las mazmorras y la cárcel medieval. Muchos de los pueblos de la zona mantienen estas mazmorras como interés turístico, de hecho hay una Ruta de las cárceles para poder visitarlas todas si te interesa conocer la parte más oscura del Matarraña.
Como nuestro gozo quedó en un pozo, continuamos la visita del pueblo y subimos hasta lo alto para conocer las hermosa Iglesia de Santa María La Mayor. Se puede visitar por dentro solo mediante visita guiada, nosotros no pudimos hacerlo tampoco, pero solo rodeándola y viendo las vistas dede allí arriba mereció mucho la pena.
La verdad que nos dejamos para lo último lo que hubiera sido una buena visita cultural en todos los sentidos. No subestiméis ningún pueblo del Matarraña, todos necesitan tiempo para conocerlos.
DÓNDE DORMIR EN EL MATARRAÑA
En esta zona como te puedes imaginar lo que más abundan son los hoteles con encanto y siendo que es un fin de semana, la verdad que se hacen bastante accesibles para nuestro bolsillo. Puedes encontrar toda la variedad habida y por haber, desde hoteleros de 5 estrellas con spa y piscinas, hasta albergues de lo más curiosos.
Nuestra economía es moderada y según la ocasión o el motivo del viaje decidimos si apostar por el alojamiento o por la comida. En esta ocasión ganó la segunda, pero no descuidamos la primera ni mucho menos.
Encontramos un hotelito rural de 1 estrella con mucho encanto en Ráfales.
Realmente a la hora de buscar dónde dormir no hay que comerse mucho la cabeza por la distancias porque los pueblos más característicos de la zona se encuentran a una distancia de unos 20-30’ entre ellos. Ráfales además es una pequeña localidad que en temporada baja no cuenta con más de 80 habitantes, por lo tanto te aseguras tranquilidad a la hora de descansar.
De verdad que ha sido todo un gusto haber reservado allí y se merece unas cuantas líneas de este post. Ya nos dejamos guiar por la puntuación que tenia este pequeño hotel, tanto en booking como en Google.
El hotel es La Alquería. Cuenta con seis habitaciones y un pequeño restaurante para no más de 12 personas. Nosotros tuvimos la suerte de que nos tocará “La Cueva del Floro”. ¿Por qué suerte?, pues es una de las habitaciones en las que el balcón sale directamente a la plaza del pueblo y las vistas son una maravilla.
A parte de las instalaciones, cabe hacer una mención especial a Jose y Clara, los propietarios del hotel. Su simpatía y dedicación hacen de 10 la estancia, te hacen sentir como en casa.
DÓNDE COMER EN EL MATARRAÑA
Seguramente haya un montón de oferta gastronómica espectacular por la zona. Pero nosotros creo que tuvimos la suerte de caer en una delicia para los amantes del buen comer y no pudimos evitar repetir.
Os acabo de hablar de lo mucho que nos gustó nuestro hotel rural. Pues fíjate que su pequeño restaurante está dentro de la Guía Michelin y tiene un 5/5 de nota en Tripadvisor.
El restaurante está regentado por las mismas dos personas que gestionan el hotel, Clara y Jose, la primera como chef y el segundo sirviendo y atendiendo a los huéspedes. Nuestra experiencia fue ambos días en horario de cena, y constó de un menú de 24 euros (especial para huéspedes del hotel) que consta de un aperitivo, un entrante, un principal, dos postres y agua o vino ilimitado que escoge Jose cada noche. El restaurante tiene 5 mesas, por lo que el servicio es personalizado y familiar y Jose explica con detalle todos los platos que te sirve.
Lo que más nos gustó de este menú, es que cada día cambia, por lo que la experiencia gana en emoción dado que los platos son diferentes cada vez. Además, todos están elaborados con productos típicos de la zona, que para mi eso es un plus, dado que si te gusta viajar te gusta conocerlo todo del lugar. Esto nos hizo repetir y cenar durante dos noches en el restaurante.
No subo ninguna foto de los platos porque la verdad no le hacen justicia y es mejor encontrártelos de sorpresa.
PRESUPUESTO DEL FIN DE SEMANA EN EL MATARRAÑA
- Hotel: 2 noches con desayuno incluido 189€
- Cenas: 24€/pax cada noche. Total: 96€
- Comidas: Bocadillos en Beceite 18€ Hamburguesas en Valderrobres 18€
- Tirolina de Fuentespalda 25€/pax. Total: 50€
- Entrada ruta del Parrizal: 10€/ por coche
- Visita guiada por Valderrobres 5€/pax. Total: 10€
EL ITINERARIO PERFECTO
Una vez vivida la experiencia y analizada en frio, hay algunas cosas que cambiaría en el itinerario inicial y que harían la experiencia aún mas perfecta. Si tuviese que volver a vivir este fin de semana en el Matarraña este sería mi itinerario:
- DÍA 1: Lo dejaría tal cual, Tirolina de Fuentespalda y cena en La Alquería.
- DÍA 2: Realizar la ruta del Parrizal por la mañana. Comer en Beceite o si sabemos que la cascada del Salt de Pontellada está llena de agua y hace buen día para bañarse, iría a comer directamente allí y pasar un buen rato y descansar en la poza. Por la tarde, iría a visitar La Fresneda y así podríamos realizar la visita de las mazmorras y cárceles medievales tan típicas de la zona.
- DÍA 3: Visitaría Valderrobles pronto para hacer la primera visita guiada por el pueblo a las 10:30 y luego visitaría por libre el Castillo. Comería en el mismo pueblo y por la tarde iría a pasear por Calaceite y visitaría las ruinas del denominado Despoblado Ibérico de San Antonio.
Pues esto sería todo chicos. Espero haber podido resolver dudas si las había o al menos haber conseguido incitar para visitar esta parte de España, que la verdad es lugar precioso para desconectar. Recuerda, más info en mis redes sociales.
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Me ha encantado vuestra escapada, Andrea! El hotel donde estuvimos nosotros fue La Fábrica de Solfa, una antigua fábrica de papel al lado del río en Beceite. Muy recomendable!